Transfer of a Jeanneau Gin Fizz 40 from Carloforte to Cagliari with the help of the mistral.
Mirco took his boat license at the age of 25, moved by curiosity for the elements, nature, the force of the wind. But then, as sometimes happens, life led him through various paths not always converging with that of sailing. Although windsurfing kept him in touch with the sea and the wind, the will to sail did not seem to find an appropriate way to impose himself.
Until now. "A dream changes nothing, a decision changes everything," they say. Mirco decides to resume sailing and does so with a strong choice: find a sailboat and make it your home.
After being contacted for a first inspection and evaluation of the purchase we go to Carloforte for the estimate and a small trip to the sea. The engine runs, the equipment used holds, the encrustations in the living work for the long stay on the quay are felt especially in reverse. The condition of the boat in general is good and the equipment is generous, even if we can not test everything we recommend the purchase.
"Indefatigable" is a Jaeneau Sun Fizz of '81. It was docked at the port for two years, suffering the mourning of its last owner. Getting inside it produces a mixture of emotions. The love of its former owner for this boat is still evident in each of its corners. On the chart table a handwritten notebook, in a calligraphy that sounds in a low and calm voice, provides us with all the notes related to the maintenance of the boat. At "Indefatigable" everything sleeps in its place, as if patiently waiting for the determination of some Mirco, to bring her back to the sea.
The following Saturday (March 7, 2020) we are back in Carloforte with Mirco who has concluded the purchase, equipped with wetsuit to dive and give a clean to the propeller. The day goes by quickly with a general inspection and some maintenance work: lazy jack, bilge pump, etc.
Wake up at 4 am to travel 60 MN with a good safety margin to arrive in the day, not knowing at what speed you can navigate and how the boat can behave.
Leaving the port we open the genoa, adjust the engine to 1800 rpm, and go, we start at an average of 6.5 knots.
"Indefatigable" leaves the port in the last throbs of the night towards a dawn of resolution, re-sol-true, return to see the sun. Its white sails stretch out against the purple sky, there is a celebratory tone in this mistral that pushes us to an average of 6.5 knots in the garden; Under its belly the sea bends into very long waves of 3 / 4 meters.
Reaching the south-western coast of Sant'Antioco, we say goodbye to the wreck of the cargo ship wrecked at the end of December. The stubborn mistral continues to push him against the rock, embraces him insistently on long caresses of foam. We leave this spectacle behind and pass the island through the large meadow of horses dominated by the islands of Toro, Vacca and Vitello. A vast foaming lawn filled with the light of a sun that begins to warm our faces.
Capo Teulada, granitic, imposing, we spend it happy and full of energy stolen from the sea and the wind. Here the sea becomes tame, the wind pushes almost to the cross, up to Capo Spartivento it spins away quickly.
The beach of Su Sali exhibits its paradisiacal deserted dunes, we have established visual and chemical contact, however today it cannot be beautiful, today we have a mission, but we will come back for you, we will return to roll in your white sands.
Turning Capo Pula that opens the access to the Gulf of Cagliari, the wind forces us to the upwind, but we are rewarded by crossing the sailing tests of Luna Rossa that speeds through the gulf with an impressive speed.
The day ends framing us with a spectacular sunset, we honor it with a wine from the cellar of "Indefatigance", free to Poseidon, thanking all together for the passage of this baton.
Historia de un testigo.
Transfer de un Jeanneau Gin Fizz 40 de Carloforte to Cagliari with the ayuda del maestral.
Mirco se sacó la licencia náutica a los 25, movido por la curiosidad por los elementos, la naturaleza, el poder del viento. Pero después, como ocurre a veces, la vida lo ha llevado por diversos derroteros no siempre convergentes con el de la vela. Aunque el windsurf le mantenía en contacto con el mar y el viento, la voluntad de navegar no parecía encontrar un modo oportuno de imponerse.
Hasta ahora. "Un sueño no cambia nada, una decisión lo cambia todo," he says. Mirko decides retomar la vela y lo hace con una elección decidida: buscar un velero y convertirlo en su hogar.
Habiendo sido contactados para una inspección y valoración de la embarcación, nos trasladamos a Carloforte para realizar la estimación y una pequeña salida al mar. El motor gira, los aparejos están en buen estado, aunque las incrustaciones en la obra viva por la permanencia en agua se sienten sobretodo en la marcha atrás. Las condiciones generales del velero son buenas y las dotaciones son generosas, aunque no conseguimos probar todo por el tiempo limitado de que disponemos, aconsejamos la compra.
Indefatigable es un Jaeneau Sun Fizz del 81. Lleva dos años atracada en puerto, pasando el duelo de su último propietario. Entrar en su interior nos produces a mezcla de emociones. El amor de su antiguo dueño por este barco aún es evidente en cada uno de sus rincones. Sobre la mesa de cartas un cuaderno escrito a mano, en una caligrafía que suena con voz grave y tranquila, nos da todas las anotaciones pertinentes al mantenimiento de la embarcación. En Indefessa cada cosa duerme en su sitio, como si esperase paciente la determinación de algún Mirko, que la lleve de nuevo al mar.
Al sábado siguiente (7 de marzo 2020), nos trasladamos de nuevo a Carloforte con Mirco, que ha concluido la compra. Equipados con traje de neopreno para sumergirse y dar una manita a la élice. La jornada pasa velozmente con una inspección general y algunos trabajos de manutención: pompa de sentina, lazy Jack, etc.
Despertador a las 4 de la mañana para recorrer 60 millas con un buen margen de seguridad para llegar de día, dado que no sabemos con certeza a qué velocidad pueda navegar el barco o cómo pueda comportase. Saliendo del puerto abrimos el genova y regulamos el motor a 1800 revoluciones.
Inlegessa sale del puerto en los últimos coletazos de la noche hacia una aurora de resolución, re-sol-vere, volver a ver el sol. Sus blancas velas se desperezan contra el cielo violáceo, hay un tono de celebración en este maestral que la empuja a una media de 6,5 nudos de popa y de aleta; Bajo su vientre el mar se riza en larguísimas olas de 3/metros.
Alcanzando la costa sur oeste de San Antíoco, saludamos el pecio de carguero encallado a finales de diciembre. El maestral testarudo sigue empujándolo contra la roca, lo abraza con insistencia en largas caricias de espuma. Dejamos atrás este espectáculo y superamos la isla atravesando el gran pasto de borregos dominado por la isla de Toro, Vaca y Ternero. Un vasto prado espumeante llena de la luz de un sol que empieza ya a calentarnos las caras.
Cabo Teulada, granítico, imposing, lo pasamos felices y llenos de energía robada al mar y al viento, que aquí se ha vuelto más manso y lo navegamos ya casi de través, veloces, hasta cabo Spartivento.
La playa de su Sali exhibe desierta sus dunas paradisiacas, Hemos establecido contacto visual y ha habido química, sin embargo hoy no puede ser, ma belle, hoy tenemos una misión, pero volveremos por ti, volveremos para rebozarnos en tus extensas arenas blancas.
Girando el cabo Pula hacia el golfo de Cagliari, el viento nos obliga a la ceñida, pero nos recompensa cruzarnos con las pruebas de Luna Rossa, que se dispara de una lado a otro del golfo a una velocidad pasmosa.
El día concluye enmarcándonos con un ocaso espectacular, lo honramos con un vino de la bodega de Indefatigaires, libamos a Poseidón, le agradecemos todos juntos el paso de este testigo.